De lo mejor del viaje sin duda. El desierto de Atacama tiene las vistas más alucinantes que hemos visto nunca, las puestas de sol más bonitas, los paisajes más diferentes...
Una gran sorpresa. Además hemos comido MUY BIEN.
Lo malo: muy caro, mejor dicho, carísimo!!!
El pueblo en sí no es nada (no es feo, como podéis ver en esta entrada) pero no es más que lo que se ve en las fotos. En este pueblo nos quedamos una semana porque después queríamos ir a Salta (Argentina) y no había manera de ir hasta allí hasta una seman después (y aun tuvimos suerte ya que en alguna compañía de buses no había billete hasta un mes después!!!!).
De todas formas en los alredededores hay TANTO que ver que creemos que incluso te puedes quedar más y más días y no cansarte!!!!
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